martes, 20 de marzo de 2012

Roberto Coello acústico en Re Abierto (Parte 1)

 Una pregunta muy frecuente que me hace la gente que no me conoce o no me ha visto presentarme es "¿Qué estilo tocas?" A lo que respondo: Con la banda (GOE) toco un coctelito de punk, ska, reggae, un poco de metal, etc. Yo prefiero decirle "ROCANROL". Per también toco guitarra acústica y me presento en solitario bajo el nombre de Roberto Coello. De ahí viene la pregunta "¿Y tu mismo cantas?" No. No canto. "¿Entonces?" Instrumental, les digo. "¿Qué genero?" No se qué género sea, ni me interesa encasillarlo en un género, sólo toco lo que siento.

Algo así puede ser la típica conversación (o las primeras preguntas) con alguna persona desconocida. La verdad es que hay mucho más que eso detrás del "show acústico en Re Abierto" de su servidor Roberto Coello.

Creo que todo parte de mi necesidad de expresar sentimientos, emociones y pensamientos a través de la música que en el formato de mi banda "G.O.E" no se pueden expresar. Desde siempre he hecho música. Ya sea con un tambor, una guitarra o con un teclado (sin que esto signifique que sea bueno).

Siempre ha estado presente en mi, esa necesidad de expresarme por medio de sonidos. Incluso todas las grabaciones de Roberto Coello tienen un orden lógico. Por ejemplo. Mis primeras grabaciones, que son en teclado, tienen un orden cronológico en lo que respecta a sus temáticas. Desde el evento más traumático de la vida: El alumbramiento, los traumas de la infancia, los tormentos y la época en que experimentaron VALIUM en mi. Forman parte de esta primera etapa musical. En ese entonces nunca me hubiera imaginado presentarme ante un público como solista.

Luego vino mi obra maestra, la que denomino MI TESIS musical: "¿Qué pasó con la humanidad?". Una pieza en piano que dura 25 minutos. Digo tesis aunque musicalmente no sea una interpretación diestra. Hay que tomar en consideración que nunca recibí clases de piano ni nada por el estilo. Lo que pasó fue que en aquellas épocas en las que uno se comienza a cuestionar todo y a darse cuenta de los problemas y las grandes atrocidades que comete y ha cometido el ser humano a lo largo de la historia, me dediqué un tiempo a estudiarlas.



No. No en los libros. Ya tenía la información de los libros, los recortes, las noticias, el diario vivir, las historias de la gente, y todo eso en mi cabeza. Ahora lo que estudiaría serían los sentimientos y emociones que dichos sucesos, tanto historicamente universales como personales, han desprendido a los seres humanos. Empatía al máximo. Así fue. Me daría un año para este proyecto.  Todas las noches durante un año me dirigía a la terraza de mi vivienda donde me enfocaba en temas y sucesos que han afectado enormemente a la humanidad. Luego identificaba los sentimientos y emociones. Y la última parte del ejercicio era, con esos sentimientos identificados, tratar de descubrir qué notas o que conjunto de notas musicales lo podían transmitir. Esto lo hacía en un pequeño teclado.

Al cabo de un año de repetir esto. Me dije: Estoy listo. Y reservé una mañana en FEDISCOS, donde tenían un piano de cola en una sala cubierta de madera (la acústica y los reflejos sonoros eran perfectos para lo que intentaba lograr). Luego de microfonear el piano, le dije al Ingeniero de sonido: "Grábame de largo". Y me quedé solo en aquella sala reviviendo todas esas emociones, sensaciones y sentimientos que me habían tocado durante un año.  Después de cerca de media hora, terminó la catarsis. Eso es.

Además de que  tenía un peso muy grande con la humanidad y que tenía que expresar mi frustración, dolor y solidaridad por ciertos temas delicados que nos han venido gobernando. El resultado de aquel experimento fue un "SI". Si puedo llegar a comunicar y transmitir sentimientos y emociones a otras personas a través de sonidos y de conjugar sonidos. Tocar a la gente.

Luego de que compartí el tema con un par de personas me di cuenta de que el poder de la música-sonidos iba más allá. Me lo dijo Elissa desde Alemania, quien había perdido a su mejor amigo, y que escuchar "Qué pasó con la humanidad"  la ayudó a sobrellevar la situación. Y lo vi con mis propios ojos cuando Paola, recostada en el piso de mi terraza, se desprendió en llanto por el momento difícil que estaba atravesando. Luego se paró, me abrazó y me dijo: Gracias. Aquellas vibraciones son capaces de "sanar"...

(Continúa en "Parte 2").

-Foto acústica: Cortesía de Carlos Hidalgo y Sience of Bitter